Escocia dijo no, bueno, una mayoría dijo que no. Sin entrar a desgranar por qué votaron unos una cosa y los otros lo contrario, una cosa quedó clara: dieron una lección.
Sobre todo si lo comparamos con el vergonzoso ambiente social que tenemos en España. Los casos son muy diferentes, aunque algunos interesados intenten sacar paralelismos.
Comparar a sus políticos con los nuestros da que pensar y si comparamos la sociedad en general de un lado y otro, lo que hace es sonrojar.