Siempre que llegan estas fiestas nos vienen a la mente esos seres ausentes a la mesa en las noches familiares más señaladas del año.
Si dejar de darle la importancia que tiene este sentimiento con nuestros familiares que dejaron este mundo, la realidad es que en estas últimas Navidades, quien más y quien menos, echa de menos esos manjares y productos selectos que nuestros bolsillos se permitían aunque sólo fuera por ser una ocasión especial.
Hoy en día, en muchos hogares, es una utopía y bichos como los de la foto se miran pero no se tocan. Ese es el camino que lleva nuestra sociedad: Excesos para unos cuantos privilegiados y mediocridad o miseria para la mayoría. Consecuencias de la nueva sociedad de clases y desigualdades a la que nos sometemos.
Si dejar de darle la importancia que tiene este sentimiento con nuestros familiares que dejaron este mundo, la realidad es que en estas últimas Navidades, quien más y quien menos, echa de menos esos manjares y productos selectos que nuestros bolsillos se permitían aunque sólo fuera por ser una ocasión especial.
Hoy en día, en muchos hogares, es una utopía y bichos como los de la foto se miran pero no se tocan. Ese es el camino que lleva nuestra sociedad: Excesos para unos cuantos privilegiados y mediocridad o miseria para la mayoría. Consecuencias de la nueva sociedad de clases y desigualdades a la que nos sometemos.
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