Esos besos interesados, ese afecto que se finge por un motivo que en el fondo si es amoroso: de amor y apego al dinero y al poder. Qué manera más sucia de manchar el gesto de cariño más universal y bonito que existe. ¿Quién no conoce o se ha topado con un Judas de estos en su vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario