No puedo empezar de otra forma que mostrando un poquito, una muestra de lo que veo cada mañana cuando salgo a trabajar. Ese privilegio de salir a la Alameda y, antes de arrancar el coche, asomarse a ese balcón multicolor y disfrutar de la sorpresa, siempre distinta, que me dan el cielo y el mar cada día del año.
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