Qué le gusta a un fotógrafo o un turista disfrutar de un bello atardecer y sus múltiples gamas de colores con las que el Sol nos deleita.
¿Pero no es igualmente bello un amanecer? Si lo es, y además y anuncia presagia el resto de luz que nos vendrá y no el ocaso.
Quizá somos demasiado vagos y apegados a las sábanas y nos es más fácil disfrutar cuando llega la noche que cuando empieza a irse. Si a todo le añadimos a infinidad del mar el conjunto es sublime.
Es hora de que salga el sol.
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