Los problemas, al igual que los peligros inevitables, es mejor afrontarlos con entereza y valentía en lugar de esperar a que irremediablemente nos "embistan". Esto no nos garantiza el éxito pero la resignación nos puede garantizar el fracaso.
A ver si yo mismo me aplico el cuento.
Suele ser lo más dificil, aplicarse los consejos propios. Espero que esos problemas se resuelvan pronto y no sea necesaria tanta valentía....
ResponderEliminarUn beso,
María J.