En los cuentos de hadas todo niño quiere ser príncipe y toda niña princesa, todo rey bueno es bondadoso y cuida de su pueblo y todo monarca ilegítimo familiarmente es malo y lleva a su pueblo al hambre y la ruina.
Pues resulta que en nuestro país, que no es precisamente un cuento de hadas, fíjate que tenemos reyes, príncipes y princesas, e inclusos ilegítimos y miembros políticos de la realeza.
Durante años este evidente anacronismo de cuentecito e idolatrías personales ha sabido jugar un cierto papel, nacional e internacionalmente y ha tenido el acierto de reflejar un talante cercano y llano que le ha conllevado una popularidad altísima.
¿Y ahora qué pasa? Ahora hay muchos más medios de comunicación que llegan más lejos, las voces contrarias a la herencia sanguínea de un estatus suenan más alto y, además, el pueblo ya no vive bien. Ven a su representante inútil para revertir la situación, lo ven vivir bien y despreocupado de su gente, conociendo dispendios de la época buena incluso y vicios ocultos desde hace años. Si a esto le añadimos los nuevos miembros familiares, estafadores profesionales.... La familia de reyes, príncipes y princesas se ha convertido en los malos del cuento, e incluso se les acusa de vivir de eso, del cuento, ajenos a lo que pasa su pueblo. Ya no lo quieren y puede que con razón.
Y me pregunto yo, ¿os imagináis presidentes de la república española sacados de nuestra clase política? Chaves, Aznar, Rato, Zapatero, ..... ¿Os los imagináis como jefes de estado?
Difícil elección.....
Pues resulta que en nuestro país, que no es precisamente un cuento de hadas, fíjate que tenemos reyes, príncipes y princesas, e inclusos ilegítimos y miembros políticos de la realeza.
Durante años este evidente anacronismo de cuentecito e idolatrías personales ha sabido jugar un cierto papel, nacional e internacionalmente y ha tenido el acierto de reflejar un talante cercano y llano que le ha conllevado una popularidad altísima.
¿Y ahora qué pasa? Ahora hay muchos más medios de comunicación que llegan más lejos, las voces contrarias a la herencia sanguínea de un estatus suenan más alto y, además, el pueblo ya no vive bien. Ven a su representante inútil para revertir la situación, lo ven vivir bien y despreocupado de su gente, conociendo dispendios de la época buena incluso y vicios ocultos desde hace años. Si a esto le añadimos los nuevos miembros familiares, estafadores profesionales.... La familia de reyes, príncipes y princesas se ha convertido en los malos del cuento, e incluso se les acusa de vivir de eso, del cuento, ajenos a lo que pasa su pueblo. Ya no lo quieren y puede que con razón.
Y me pregunto yo, ¿os imagináis presidentes de la república española sacados de nuestra clase política? Chaves, Aznar, Rato, Zapatero, ..... ¿Os los imagináis como jefes de estado?
Difícil elección.....
no me imagino ninguno, ninguno.....
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