Procesión Magna de Córdoba (Vía Crucis de la Fe)

Este sábado se vivió en Córdoba un acontecimiento histórico para la ciudad. El Vía Crucis Magno de la fe tuvo lugar y no dejó indeferente ni a lugareños ni forasteros, amantes de las cofradías.
Dejando aún lado la desastrosa organización, la masa de gente, no siempre cofrade aunque mayoritariamente respetuosa, y lo forzado e incongruente de la confección del vía crucis en si (varios misterios coincidían y se echaron en falta otros), la realidad es que una gozada para los sentidos.

La ciudad se convirtió en un hervidero de personas provenientes de toda Andalucía que ansiaban conocer la Semana Santa cordobesa aprovechando el evento. Las previsiones se desbordaron y en la zona de recorrido común de los diferentes cortejos no cabía un alfiler literalmente.

Bellísimas imágenes, pasos de gran envergadura bien llevados, buena música, y todo enmarcado dentro de una bellísima ciudad que realzaba todo lo que salía a la calle.

En cuanto a imágenes destacar la maravilla de la Angustias (y mira que hay buenos en Cádiz, Jerez y Sevilla) y la Coronación (ya quisieran los de Cádiz, Jerez y Sevilla). Sorprendían por su belleza y su buen gusto.

Curioso el crucificado de las Ánimas, aunque no es propio de bullicios.

Correcto el Crucificado de Expiración, aunque se echó en falta alguno de más calidad ya que los otros dos eran flojitos artisticamente.

También se echó en falta algún Nazareno con la Cruz al Hombro de alto nivel. Correcto el Caído.

El paso del Santo Entierro, absolutamente sensacional, sorprendente y descomunal.
El palio y la dolorosa, magnífico.

Sorprendieron para bien los misterios tipo "barco", con unos buenos Titulares y unas imágenes secundarias maravillosas. De lo mejor de Andalucía, tanto en el Gitano, como en La Paz, Sentencia y la Estrella. Los dos primeros destacaron enormemente en el caminar de los pasos y, en el caso del Gitano, además con suma elegancia.

La ocasión nos sirvió a los que desconocíamos las cofradía e imágenes cordobesas para descubrir, entre alguna que otra mediocridad, unos magnífica Semana Santa en una ciudad de ensueño.