martes, 4 de diciembre de 2012
Nostalgia
Cuando uno está metido hasta plenamente en el otoño y el invierno nos avisa de manera seria que está cerquita, la playa se convierte en un elemento nostálgico de una época no muy lejana.
La melancolía que nos puede llegar a proponer, con un paisaje en el que hace pocas semanas estaba invadido por cuerpos tostántose bajo un sol de justicia, bañistas empedernidos, niños recocidos jugando y muchos muchos ociosos, es tan solo comparable con la belleza que nos proporciona su quietud, su paz y la evocación de otro tiempo más alegre.
Cuando menos nos demos cuenta, todo se reconstruirá, junto con el termómetro y así, pasará otro añito, tan rápido como cumplimos veranos, primaveras o navidades.
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