martes, 25 de diciembre de 2012

Eterno Cuento de Navidad


Cuando Charles Dickens escribió esta pequeña obra hace 170 años, estoy convencido de que buscaba repercusión y éxito entre los contemporáneos de su sociedad. Pero lo seguro que no imaginaba ni por asomo es que se convertiría en referencia ineludible e inspiración para la tradición navideña de Occidente.
Es evidente que la Navidad existe por el nacimiento de un niño en Belén y lo que supuso esa persona y la transmisión de su vida y obras a través de los tiempos. Pero bien es verdad que los iconos navideños que nos rodean, proceden en su mayoría de la cultura anglosajona, y el pequeño relato de Dickens es imprescindible en ese sentido.

He leído y visto decenas de versiones de esta historia y no dejo de disfrutar con ella cada Navidad.
Y es que la virtud de que perdure década tras década es que su mensaje sigue vigente en nuestros días.
¿Cuántos Mr.  Scrooge conocemos hoy en día!? Personas que nos rodean por todas partes y que deberían enfrentarse a las sombras de su pasado y volver a sus raíces, a reconocerse en lo que eran y compararse con lo que esta sociedad tan falta de valores lo ha convertido. Algunos de ellos incluso creen que sanan su conciencia con un par de buenas obras de cara a la galería. Incluso algunos adorando al Niño Dios.
El fantasma del futuro los terminará poniendo en su sitio. Es una pena pero una realidad.
Todos tenemos incluso amigos que ante un Feliz Navidad piensan por dentro: "Paparruchas" . Algunos ni lo disimulan. Una pena que por lo menos Dickens no les haya alado un poquitín.
Una cosa tengo clara. Si Jesús el Mesías no hubiera nacido, no sé cómo habría evolucionado nuestra sociedad y nuestra civilización. Y si Charles Dickens y Frank Capra no hubieran plasmado sus obras de arte en la literatura y el cina, no sé qué hubiera sido de nuestras Navidades.




No hay comentarios:

Publicar un comentario