Paseando ayer tarde por mi ciudad, descubrí este curioso anuncio, en el que alguien busca un cerebro y lo relaciona directamente con el famoso clásico futbolístico de la noche.
Será complicado identificar quien es el anunciado, puesto que más de 3/4 partes de nuestro pais encaja con la descripción. Que la gente se paralice, se enfade, se acalore, discuta, llore, escupa, apedree, insulte y llegue a esos niveles de sinrazón con sus vecinos, gracias a un partido de fútbol me hace preguntarme por qué no se manifiesta nadie en los estadios para que lo prohíban como los toros. Me es complicado saber cual de los dos espectáculos es más civilizado. Al menos en el taurino no lo quieren disfrazar de deporte y de unos supuestos valores que en la práctica no existen.
El lunes, en los bares y las oficinas continuará el triste espectáculo de las porfías, los recochineos, los lamentos echándole las culpas de la derrota a no sé quien,... Me siento bicho raro en esos vergonzosos debates de café, y me siento orgulloso de ello.
Tenemos lo que nos merecemos, cuando vestimos a nuestro niño del Madrid, del Barça o del Cádiz nada más nacer, estamos iniciando el camino de otro individuo para este anuncio. A ver si consigo evitarlo, porque al mío, de momento, le gusta Messi.
El lunes, en los bares y las oficinas continuará el triste espectáculo de las porfías, los recochineos, los lamentos echándole las culpas de la derrota a no sé quien,... Me siento bicho raro en esos vergonzosos debates de café, y me siento orgulloso de ello.
Tenemos lo que nos merecemos, cuando vestimos a nuestro niño del Madrid, del Barça o del Cádiz nada más nacer, estamos iniciando el camino de otro individuo para este anuncio. A ver si consigo evitarlo, porque al mío, de momento, le gusta Messi.
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