Hay quien reniega de estas fiestas, que le trae recuerdos tristes, o simplemente odia su consumismo y sus falsas buenas intenciones. Seguramente no les falte razón, pero la navidad (mito, realidad o ficción) está ahí y es un instrumento para que muchos seres humanos experimenten momentos felices que, de no existir y no estar establecido en nuestra cultura, éstos se perderían.
Como ejemplo, la noche de ilusión que en estos momentos viven millones de niños en el mundo pensando en el que el "gordo de rojo" les deje un regalo bajo el árbol. No deja de ser algo maravilloso y seguramente ya tenga todo preparado en su Laponia natal para trabajar esta noche (la única en que trabaja, por otra parte).
Aunque yo prefiero a nuestros Reyes Magos, ¡que viva la ilusión navideña!
Viva!!!! en mi caso tambien prefiero a los Reyes Magos. Y a pesar de todo lo negativo que tienen estas fechas, para mi tiene muchas más cosas positivas, así que las difruto como si fuera una chiquilla.
ResponderEliminarUn beso,
María J.
Quillo, si no fuera por que estás en el espejo pensaría que la foto no la has hecho tu. ¿Donde es eso con ese suelo, Escocia?
ResponderEliminarPara los curiosos, esta foto está hecha en un castillo de Irlanda que durante el mes de diciembre convierten en una ciudad navideña todo su interior, con la casa de Santa Claus y toda su familia e incluso Mr. Scrooge del cuanto de Dickens paseando por sus calles.
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