Esto se palpa en los días y semanas previos en cualquier ámbito de la vida hispalense y, el comercio no se puede quedar atrás en este tema. Los escaparates y reclamos publicitarios relacionados con el folclore de la Semana Mayor no dan tregua en ninguna calle del centro.
La originalidad se mezcla con lo truculento, macabro o casi cómico.
El buen gusto o el clasicismo de algunos choca con lo "casposamente" cutre de algún que otro anuncio.
¿Qué me dicen del saetero? ¿Hará bodas, bautizos y comuniones? Quizá pal cumpleaños de los niños...
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