Magia, magia Shala

Un maletín lleno de cachibaches, varias barajas de cartas, un chaleco, unas palabras mágicas y mucho descaro, eso si, con muchísimas horas de trabajo, de esfuerzo y de tesón asus espaldas. Nada más y nada menos que eso es lo que necesita Shala para hacer magia. 

¿No creen en la magia? 

Cuando se capta la atención de un niño, le haces interesarse por "cómo lo habrá hecho", le haces sentirse parte del espectáculo y asombras y diviertes a mayores y pequeños con sus múltiples sorpresas, ... podemos decir que eso no es magia, que es todo un truco, una ilusión.
¿Le llamamos prestidigitador, trilero  o ilusionista?
Yo lo llamaré mago. Cuando la cara de un niño se torna en una sonrisa en su rostro y una emoción en su gesto, la sensación puede que sea la más mágica que se pueda experimentar.
Por todo ello, suerte y gracias y, sobre todo, ¡MAGIA, MAGIA SHALA!