Últimos tangos en la batea, últimas horas de fiesta oficial, últimas coplas al aire y niños con disfraces. Se acaba un carnaval más, otro carnaval de la crisis... y los que quedan.
Aunque queda una oportunidad más para ese carnaval del bueno, el de las risas espontáneas, el del respeto al que canta y ganas de pasárselo bien, sin otras pretensiones que olvidar las penurias y admirarse con el ingenio que rezuma en cada esquina (no en todas, pero sí en muchas).
Ese carnaval que no va de artista y que está la pie de la gente con la recompensa de la carcajada, el aplauso o el coreo de un estribillo tiene una una última oprtunidad el próximo domingo, el de los jartibles, pero ya no será lo mismo.
Menos mal que el youtube nos rescatará lo que más nos entusiasmó y lo que no encontramos en la callejuela o plaza adecuada.
Eso sí, el olor a meao de las ovejas negras de la fiesta, empieza ya a tornar a incienso fúnebre. Cada cosa tiene lo suyo.
Quillo, tienes tu acaso los derechos de mi imagen como para publicar esa foto? ;-))))
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