Hay vocaciones que algunas personas tienen la suerte de conseguir en su propia profesión, aunque también hay personajes indignos que ensucian esa laboral vocación en puro mercantilismo e interés por cobrar mucho y hacer poco o nada.
Mi brindis por aquellos que no se limitan a hacer sólo lo que les corresponde, a los que sienten en su vocación un servicio y que, además disfrutan y sufren en su labor diaria como parte de su vida, incluso cuando no hay compensación.
Bravo por ese tipo de sanitarios, educadores, trabajadores sociales, etc. Mi desprecio a los que los desprestigian desde dentro.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, y a veces son tantos los que desprestigian, a los que les da igual no estar haciendo su labor, que no nos damos cuenta de aquellos que están realmente trabajando por mejorar y por ayudar.
ResponderEliminarUn saludo,
María J.