Hoy no puedo dejar de acordarme de un lugar realmente maravilloso y, por desgracia muy en los medios por situaciones trágicas.
Una población en plenos Pirineos, corazón turístico y hostelero del Parque de Posets-Maladeta, a la sombra del Veleta. Valles, rutas, estaciones de esquí, senderos, ríos y cascadas. La naturaleza que nos regala esas bellezas tan cercanas, hoy castiga a sus ciudadanos y vecinos con una agresividad desmedida.
Que las aguas vuelvan pronto a su cauce y podamos tener la oportunidad de seguir disfrutando de ese regalo paisajístico.
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