Mi provincia suena a playa, a sol, a maravillosas costas y arenas finas y blancas. Pero es mucho más que eso. Un ejemplo claro es la Sierra de Grazalema y, dentro de ella se erige Zahara de la Sierra y su bello pantano a los pies.
Un lugar donde perderse en invierno al olor de chimeneas y de acogedores lugareños, propio para hacer rutas por la sierra bajo nubes amenazantes y luego entrar a calentar se en alguno de los bares entrañables en el barrio alto del pueblo.
Un alivio acuático cuando el calor y el estío se instalan enla rocosa montaña durante los meses cálidos.
Un lugar donde siempre merece la pena hacer una escapada de fin de semana, por lo menos.
Un alivio acuático cuando el calor y el estío se instalan enla rocosa montaña durante los meses cálidos.
Un lugar donde siempre merece la pena hacer una escapada de fin de semana, por lo menos.
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