domingo, 3 de junio de 2012

Triunfo sin esfuerzo



Necesariamente vence siempre el entusiasta al apático. No es la fuerza del brazo, ni la virtud de las armas, sino la fuerza del alma la que alcanza la victoria. (Johann G. Fichte)



Aunque es mucho más satisfactorio el alcanzar la victoria, con esfuerzo o con la lucha ante los obstáculos de un camino complejo y escarpado, el hecho de conseguir un triunfo o un premio, aunque éste nos llegue "caído del cielo" siempre debe ser motivo de alegría y felicidad. 
El que no hayamos hecho aparentemente nada para merecerlo no puede hacernos perder la perspectiva. Debemos valorarlo y saber disfrutarlo en su justa medida, aunque solo sea por saber de los muchos que pelean por lograr un premio en la vida y solo alcanzan desdichas.





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