Día del orgullo Friki

Este fin de semana se han desarrollado en diferentes puntos de España el llamado Día del Orgullo Friki. Un friki o friqui (del inglés freak, extraño, extravagante, estrafalario, fanático) es un término coloquial para referirse a una persona cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales y llaman la atención. La ciencia ficción, la fantasía, los videojuegos, los cómics, el manga y el anime, entre otras, son las ramas sobre las que suelen concentrarse la mayoría de estos individuos, aunque ya se ha expandido su uso para el que es muy muy "picado" con una afición o mayoritaria.

Originariamente era el término inglés para definir a la popular voz con la que definimos a un "bicho raro"

A nivel personal, y debido a mi forma de ser y mi cantidad de aficiones, me suelen gustar las cosas pero nunca con tibieza. Es decir, cuando algo me gusta o me atrae me vuelco a fondo, con lo que, en cierto modo, soy un poquito friki, en el sentido actual del término.

A veces, cuando escucho las conversaciones de la calle, de la gente que me rodea en una cafetería, o en el autobús o, incluso, en cualquier reunión social si que me siento un verdadero friki, en el sentido originario de "bicho raro".

Me suelo sentir en "fuera de juego" cuando le gente habla y porfía estupideces de futbol, con discusiones sobre Madrid o Barça, cuando pierde saliba y horas sobre una jugada de un partido, cuando comentan los eliminados o nominados en alguno de los lamentables concursos o "realitis" con que nos intentan subnormalizar desde la caja tonta y que no sabía ni que existían, cuando hablan sobre personajes o sucesos aparecidos en "Sálvames" o "Salsas Rosas" que yo no conozco de nada, cuando se comentan y se parten con el humor simple y zafio de Aídas y cutreríos de series del mismo pelaje, cuando hacen cola para ver algún "crepúsculo" en el cine y dejan joyas del séptimo arte con la sala vacía para mi, cuando pagan en la reventa un pastón por ver mamarrachos o pseudo artistas comparsistas en un teatro y una orquesta de primer nivel tiene entradas libres para que yo me decida a ir el último día, y un larguísimo etcétera de nuestra cateta sociedad.

Suena presuntuoso, y seguramente lo será, pero me siento orgulloso de ser "un bicho raro" en esas circunstancias.