A veces parece un mundo, pero otras, según se mire, me parece que aun estoy allí delante.
Delante de una señora con gesto serio, muy guapa, que hablaba en algo imposible de entender para mi y para los que me acompañaban. Nos preguntó sobre nuestra intención de ser padres, sobre la preservación de su cultura natal, sobre la opinión que, de lo que estábamos haciendo, tenía el resto de nuestras familias. Las tres parejas andaluzas contestábamos asintiendo, al unísono y con firmeza a cada una de las cuestiones que nuestro querido traductor nos trasladaba en nuestra lengua. Jamás olvidaremos lo que allí ocurrió, ni el rostro de la bella señora, ni su tono de voz, ni las interpelaciones balbuceantes de los labios del adorado Fikru, ni, por supuesto, cuando dijo éste que los niños que teníamos asignados eran a partir de ese momento nuestros hijos para el resto de nuestra vida.
Salimos los 6 dando las gracias a la señora juez, con lágrimas incipientes en los ojos que, al alcanzar el pasillo se convirtieron en llanto desmesurado, en besos a nuestras parejas y en abrazos entre todos. Algunos nos conocíamos hace 2 días y lo vivimos y nos sentimos como si nos conociésemos de siempre. Muchas experiencias y sentimientos comunes, mucho guardado que afloró, mucha espera y ansia que cada una llevó a su manera y que confluyeron en ese día y que experimentamos juntos.
Ya sólo quedaba recoger a nuestros respectivos pequeños y juntar sus oscuros cachetes a los nuestros y darles ese beso infinito que llevábamos años soñando dar.
Sólo hace un mes y parece que llevamos toda la vida. Pero nada de lo que ocurrió ese día, en esa sala, lo podremos olvidar, ni a ninguno de los que compartieron y fueron testigos de lo allí vivido.
Yo suelo ser una persona parca en palabras, pero después de ver este como este comentario me llegaba a lo mas profundo de mi alma y mis entrañas, no me queda otra que comentarlo...
ResponderEliminarYo tuve la inmensa suerte de ser una de esas 6 personas que ese 21 de Octubre estuvo en esa sala y pude contemplar como ese agüita cristalina de los ojos de esas recién paridas madres y esos felices padres fluían....
Los momentos vividos en Addis serán imborrables para el resto de mi vida...
Además tuve la gran suerte de encontrar a un pequeño grupo de personas, que a partir de ese 21 de Octubre, entraron a formar parte de mi familia...
Dicen mis allegados y familiares que que gran suerte tuvieron nuestros hijos en encontrarnos, en tener una familia que les de cariño y un futuro.... se equivocan, la suerte nos toco ese 21 de Octubre cuando los encontramos a ellos....
Os quiero familia, a mi toti, largo, milia, tsega, papa pitufo, canija, mussita, y a toda mi familia al completo...