Te acercas, La miras de cerca a Sus ojos llenos de lágrimas de cristal.
Ella es inerte pero el corazón se te encoge como si tuvieras delante un ser superior, una vida que está por encima de la propia y que hace que estés allí de pie mirándola, atónito. Sin embargo, alguien la creó de la madera hace cientos de años, quizá por inspiración divina, o más bien por un encargo de algún acaudalado de la época, no se sabe con certeza ni importa.
Lo realmente importante es lo que le supone a muchos de los vivos, lo que sienten al mirarla que hace que se postren ante Ella y la besen, para mostrarle su respeto, cariño o simplemente su devoción.
Inexplicable, ¿verdad?
Lástima de los que no lo sienten, que no tengan esa fortuna.
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