Con el fin de curso se cierran en ocasiones algunas etapas para dar paso a algunas nuevas.
Lo importante es que cada uno cumpla su cometido, bien desde la banca como alumno o bien desde la pizarra, como educador.
Aunque la cosa está difícil en cuanto a valores actualmente, no hay que perder la esperanza.
"Por donde pusiste el pie, hay huellas de luz distinta
huellas de alegría, de ilusión, de esfuerzo y perseverancia
de inocencia, alternándolo todo con tus cinco sentidos.
En ti hay un tiempo que es otro tiempo, Tú tienes dentro un tiempo que condiciona. A mi me da vértigo tu segundero, incapaz de seguir el paso de tu aire. Todo aquí es un reloj donde suenan campanadas en los segundos preguntando constantemente. Hueles a prisa y urgencia, por ser atendido, la impaciencia del aquí y ahora. Me preguntas 100 veces lo mismo y no escuchas siquiera la respuesta.
Dudas, sucesivas dudas, que poco a poco se van resolviendo y creces
como la espuma en las olas.
Pero Yo también necesito que alguien conteste por mí!
Déjame que te respire y que contigo me asombre.
Hay una niña encendida, esperándote a la puerta;
más te vale estar despierta al darle la bienvenida.
Vosotros nos habéis enseñado muchas cosas, la gran ilusión por la cosa más ínfima, lo bonito que es un abrazo, una sonrisa por la calle, o conseguir que cese tu llanto si te digo una pamplina. Y como en un segundo puedes pelearte o enfadarte con un compañero y al minuto siguiente os coméis a besos y jugáis juntos de nuevo.
Todos deberíamos tener una idea, encontrar cada día, la razón de vivir por la alegría.
En la graduación del año pasado escuchamos la canción que será, será? Que decía: El futuro no lo podemos saber.
Esperemos que estos muchachos no pierdan su inocencia, ni les apaguen la luz verde del taxi de su corazón."
(CRISTINA SOTO, Maestra de infantil y Psicopedagoga - Graduación de 5años 2011 en Jerez de la Frontera)