domingo, 13 de octubre de 2013

Domingos en familia


No se puede decir que no tengamos planes los fines de semana. Afortunadamente tenemos amigos y multitud de actividades que hacer de viernes a domingo.
Sin embargo, esas ocasiones, esos días festivos en que uno se limita a estar con su familia, en el sentido nuclear de puertas para adentro, son un verdadero paraíso.

Hay quién se limita a pasar el tiempo, los domingos, a ver la tele o contar o descontar las horas que faltan para iniciar una nueva semana de trabajo (o búsqueda del mismo). Otros necesitan salir de su casa a mal comer para sentirse que hacen algo por el simple hecho de consumir en la calle o quedar con gente, que a veces poco les aporta pero les distrae. También tenemos los que se limitan a pasar la vida con rutinas y obligaciones adquiridas con la familia (quien no ha escuchado eso de los sábados toca con mi suegra, etc.) A nosotros nos gusta salir con los buenos amigos que tenemos, si el plan es atractivo y surge. También nos gusta los ratos con la familia extensa, no como obligación ni porque toque, sino porque deseemos compartir un rato, sin reglas ni imperativos. 
Pero de todos los domingos o sábados de nuestro calendario, con los que más disfruto, en esos en que más lleno y completo me siento es cuando pasamos los 4 muchas horas juntos, disfrutando los unos de los otros, paladeando nuestro energía, aún joven, de ahora, junto con la infancia de ellos, que tan pronto se esfumará y no volverá. 
En fines de semana como estos, la felicidad es completa, no hay más objetivo que buscar que disfrutar y paladear cada minuto juntos. Un sentimiento muy ibérico.

1 comentario:

  1. "Sin una familia, el hombre, sólo en el mundo, tiembla de frío." (André Maurois)

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