La jornada de ayer engrosa ya la lista de eventos que pasarán a la historia de la Jerez más cofrade.
Gran ambiente desde primera hora de la mañana, en el que lugareños y visitantes se prestaban a contemplar los besamanos extraordinarios que salpicaban la ciudad.
La tarde dejó la oportunidad de ver algunas dolorosas en situaciones, escenas o pasos no habituales, además de sacar a la calle imágenes que no procesionan habitualmente.
De todo ello os dejo algunas escenas para el recuerdo.
A mi juicio, las agradables sorpresas de la tarde fueron, además de las novedades en la manera de ponerse en la calle de la Concepción y de las Angustias, fueron dos dolorosas de una gran belleza y bien ataviadas: la Virgen de la Salud y Esperanza, de la hermandad de la Clemencia, y la Virgen de los Remedios de la hermandad del Amor.
Cosas bien hechas y bien acompañadas.
El que un misterio de la Navidad, acompañado por Cornetas y Tambores, de calidad y bailando las marchas puede parecer chocante, pero no desentonó en absoluto.
Y uno se pregunta, ¿para cuando procesiones en Navidad?. Eso si, de este nivel. Para mediocridades mejor que no.
Las imágenes más antiguas que procesionaron, aunque no es costumbre verlas en la calle, dejaron una impronta nada despreciable y fue digno de admiración de los amantes del arte.
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