Engatusados

Qué fácil parece reclamar la atención de un niño y mantenerlo ensimismado con juegos efectistas y efímeros. Lo que ahora parece muy bonito, en menos de un segundo hace plufff. Es el arte de los animadores callejeros.
¿Pero sólo le pasa a los niños? En unos días empieza una nueva campaña electoral. A los mayores nos ocurrirá lo mismo, nos querrán engatusar con pompas de jabón y en cuanto caigamos en su reclamo nos explotará en la cara y no quedará nada. 

Oración cantada

Rezo jondo, oración cantada, ... Existen múltiples definiciones para la saeta popular andaluza. Pero una cosa está clara, cuando se le dedica al Titular de tus plegarias y sale de la verdadera devoción y con el corazón del que la canta, hace que se estremezcan hasta las almas más frías y duras.

La saeta se remonta a un momento incierto de la historia como un cántico popular cuya intención era incitar a la devoción y a la penitencia, con ocasión de un Via Crucis, o como cántico de pasión. Estas saetas sentenciosas o avisos morales fueron cantados en el siglo XVIII por los hermanos de la Ronda del Pecado Mortal, que recorrían las calles para inclinara a los fieles a la piedad y el arrepentimiento.

El nacimiento de la saeta popular y la costumbre de cantarla el pueblo para expresar su sentimiento religioso data, aproximadamente, de mediados del siglo XIX. Esta primitiva saeta, actualmente casi desaparecida, conmovía por su entonación grave, pausada y monótona, sencilla de estilo y ejecución. Nacieron como fruto de las modificaciones que, sobre las saetas antiguas, realizaron intérpretes de cada localidad andaluza. Las saetas tenían la señal de identidad de su lugar de origen, lo que dio lugar a cantos propios y autóctonos como la saeta vieja cordobesa, la cuartelera de Puente Genil, las saetas marcheneras o la samaritana de Castro del Río.

En el lecho del pueblo llano, confluyeron a principios del siglo XX ese canto de la fe y esa otra forma de expresar los sentimientos más profundos que es el flamenco. La expresión artística del pueblo dio forma a la saeta, aflamencándola y adaptándola a sus estilos.

Día Internacional del Libro

Qué pena de pais en el que todo lo que se intenta educar desde los colegios, todo lo que se cultiva, se pierde por la desidia de la mayoría de las familias, a las que les prima más tener a sus niños distraídos y sin molestar que en formar personas.
El caso de la lectura es un claro ejemplo. ¿Alguien conoce a más de dos familias en que se inculque a sus hijos la  afición por leer? Seguro que si alguno contesta afirmativamente, conocerá, por el contrario, decenas que tienen ya en casa la wii, el messenger, el móvil, etc. Claro, es que el niño se lo ha pedido, y sus compañeros del cole ya lo tienen. Así nos luce.

Mirada de piedra

El arte, además de crear obras que enriquecen los sentidos, llega a ser sublime cuando son capaces de dotar de vida a la materia más inerte. Más quisieran muchas personas tener una mirada tan profunda, tan elocuente y llena de sentimientos como este trozo de piedra en la esquina de una ciudad.

Diálogos de balcón

Desde esta tarde, esas devociones de las estampas, de las carteras y de las mesillas de noches saldrán a la calle a visitar a los que los quieren contemplar con sus mejores galas. Pero para mi, lo más importante es que llegarán a personas que no pueden devolverles la visita el resto del año, que tienen mucho que contarle y que están deseando que pasen frente a su balcón para rezarles cara a cara y abrirles su corazón.

¡Qué de emociones esperan al salir esta tarde a la calle!

Buscando un cielo

Acaba la Cuaresma, ese camino que debe reencontrarte contigo mismo y que nos lleva a la semana más intensa del año para el creyente y al que le gusta esa exteriorización popular de la fe que solemos hacer por el Sur.

Llevamos casi 40 días haciendo camino buscando ese cielo que nos satisfaga y nos llene... pero, por Dios, que sea un cielo despejado y sin nubes, para que todo luzca con todo su esplendor y ningún desfile se trunque.

La balaustrada

Es imposible evitar la tentación de asomarse por ella cuando se pasea por Cádiz, es igualmente inevitable dejarse embelesar por la belleza y la fuerza que el mar nos transmite cada vez que se contempla desde tan privilegiado escaparate, aun en un día nublado,... y para un auténtico ejemplar de gaditano reconcentrado y aburrido, también es inevitable opinar y aconsejar a cualquiera que esté "echando unos lances" desde la balaustrada.

El diálogo

A veces me pregunto cuántos diálogos será capaz de atendernos.

Me alucina cuántos anónimos abren su corazón a una advocación, reflexionan y ponen a flor de piel todo lo que encierran y que, sin embargo, no son capaces de compartir con nadie terrenal, de carne y  hueso.

Es incalculable el valor de los secretos que se guardan tras la reja, la cantidad de miserias confesadas, de plegarias y de agradecimientos que al otro lado se atesoran y que nadie puede perpetrar.

Algunos pensarán que solo se recibe un silencio vacío a cambio. Nada más lejos de la realidad. Se reciben un cúmulo de sensaciones, imperceptibles para el que no tiene la fortuna de creer que pueden sentirse, que llenan y dan más respuestas que centenares de libros y que consuelan más que cualquier consejero o terapeuta. Pero sobre todo, tener la sensación de que te escuchan.

El cielo

Siempre que pensamos en el cielo, en algo divino, miramos hacia arriba. Mira que si se pareciera a esta perspectiva...

Desde luego no estaría mal del todo. Como esto sea lo que encierra la luz al final del túnel es para quedarse, desde luego.