Lugares maravillosos: Burano

Una pequeña isla que vive a la sombra de Venecia. Quizá no es muy conocida, pero justamente ese es su encanto, ya que por sus calles de colores se puede aún percibir la esencia de un pueblo italiano de pescadores. ¿Qué tiene Burano? pues casas rojo saturado, rosa fucsia o pastel, azul eléctrico y amarillo limón, con barcas amarradas a la puerta de casa, de donde sale gente que vive y aún pesca en la Laguna, y que por tanto, hace que la pequeña ciudad aún parezca normal y no la sobre saturada Venecia.

Aunque es evidente, que Burano tiene también influencias en el tema de turismo, conserva muchas de sus tradiciones emblemáticas, por ejemplo las mujeres de la ciudad aún realizan sus famosos encajes, piezas de ropa que se pueden comprar en las diferentes tiendas de la ciudad. Otro de los fuertes de Burano es la comida, sobre todo la que está hecha lógicamente a base de pescado. Un verdadero placer para los paladares más exquisitos.

Pero quizá, lo que más destaca es la posibilidad de poder pasear por sus tranquilas y silenciosas calles, como si estuvieras en un túnel del tiempo. Además, se puede llegar sin mucho problema en transporte público, y ver una increible luz a cualquier hora, sin masificaciones. En definitiva, una joya escondida.

Ahhh, y no confundir con Murano, con "M". En esa isla solo hay fábricas de vidrio pero no es nada bonita. Es mejor obviarla.

Escondidos

En esta época del año, cuando los días empiezan a acortarse y comienza la rutina de una nueva temporada o curso, empiezan a salir a flote las "depres" o el bajón postvacacional, como llaman algunos.

" ...los psicólogos señalan dos datos positivos a todo esto. El primero es que las depresiones son cosas de ricos. Puede sonar cínico, pero es la pura verdad. Y es que la naturaleza humana es tan sabia que solo se permite estar de bajón cuando todo va bien. En efecto, cuando vienen mal dadas, cuando hay un problema serio de verdad, no hay neura que valga, como no hay depresiones entre quienes luchan por sobrevivir o dar de comer a sus hijos. Sin embargo, sin llegar a situaciones tan extremas, existe otro mecanismo extraordinario que solo se activa en tiempos difíciles, lo llaman ‘resiliencia’. La palabra viene del latín, quiere decir ‘rebotar’ y habla de la capacidad del ser humano para sobreponerse a la adversidad y salir adelante. En tiempo de vacas gordas, la resiliencia solo la conocen personas que tienen un drama en su vida: un gran revés económico, una muerte cercana y muy dolorosa... En cambio, el resto de nosotros, a los que no nos ha tocado sufrir, seguimos ahogándonos en nuestro minúsculo y particular vasito de agua, angustiados porque nos ha salido una nueva arruga o porque solo tenemos 200 amigos en Facebook.

No creo que la situación que nos espera este otoño sea apocalíptica, pero tampoco va a ser un picnic, de modo que me alegra saber que tenemos a mano esa útil herramienta de la resiliencia. Modestamente, puedo decir que en épocas especialmente difíciles de mi vida se ha activado este singular mecanismo y lo que se siente es, sobre todo, una gran lucidez y una gran tranquilidad. Lucidez que le hace a uno ver la realidad en su justa dimensión, sin exageraciones, sin dramatismos, sin histerismos propios de niños ricos y malcriados. Y tranquilidad de saber, curiosamente, que uno es mucho más fuerte de lo que jamás pudo imaginar en las épocas doradas. Porque otra cosa que se descubre en estos casos es que el ser humano está más programado para la adversidad que para la bonanza. Así debe ser porque, si hemos logrado todo lo que hemos logrado hasta ahora, desde luego no es por cómo somos en los tiempos tontos y ricachones, sino gracias a cómo se resiste y ‘rebota’ en los malos tiempos." (Carmen Posadas)

Nada en la vida sucede como uno desearía idealmente y luego resulta que lo sucedido adquiere sentido por sí mismo y es perfectamente válido para salir adelante.

Así por qué ser tan débiles y esconderse en nebulosas artificiales para negar la realidad, si es esa realiadad tiene cosas maravillosas que disfrutar y un millón de ilusiones que alcanzar.

Se acaba el verano

Hoy se nos va un verano más. Particularmente estaba deseando que se fuera. No soy amante de calores y, además, tengo muchas esperanzas puestas en el otoño.

En esta ocasión ha sido muy suavecito y se ha portado bien, y aunque septiembre está siendo caluroso, la gente abandona las playas y nos deja una belleza que no nos da una jornada de agosto.

Ya viene el olor a boniatos y castañas, aunque todavía queda para sacar los abrigos, pero vamos calentando motores.

Navarro MVP

Estamos ante alguien que tira del carro, con carisma, sin prepotencia, que suple sus "carencias" físicas con inteligencia, con tesón, que se esfuerza y sacrifica en facetas que no se le dan bien, que asume responsabilidad sin ser egoista, un líder por clase y por temperamento, en definitiva, un jugador descomunal, una estrella.

No soy sospechoso de seguir los colores de su club, pero es un privilegio y un disfrute verlo jugar como el que observa una obra de arte. Ya van quedando menos ocasiones y hasta ahora cada vez son mejores.

Coronación Servitas

Este fin de semana, en Cádiz, se pudo disfrutar de la primera Coronación Canónica de una Dolorosa de la ciudad. 

Tras una ceremonia acorde al buen gusto de la corporación servita, la tarde se abrió con la luminosa salida de la Catedral, en procesión de alabanza, de la Virgen de los Dolores Coronada.

La noche dejó paso a estampas añejas que nos trasladaban y evocaban a parte de los 3 siglos de historia por lo castizo de su barrio y de Cádiz. 

Hubo momentos realmente sublimes e imborrables para la retina y, como no, se salpicó con alguna horterada impropia, que confunde lo puntualmente alegre con el mal gusto. Pero no hay que olviderse de que estamos en Cádiz, para lo bueno y también lo malo.

Esos locos bajitos

....

ésos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.

Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.

(Joan Manuel Serrat)

Cómo disfrutamos los adultos viendo ese proceso de domesticación, esa imitación de lo que somos y que un día nosotros también aprendimos. 

La noche

Oh, la Noche, la Noche, la Solemne Noche;
La Tierra cede bajo su caricia silenciosa,
y el Cielo, ornado de diamantes, simula un templo amplio,
donde los astros se rinden bajo el trono de la Deidad.
Oh, la Noche, la Noche, la Hechicera Noche;
el reinado grotesco del día ha terminado,
y miríadas de Elfos se acercan en calma,
con sus áureas barcas desde las Costas del Sueño.
Oh, la Noche amada,
Alegre y Desolada,
tu bravo Céfiro galopando sobre el aire,
cuando alta brilla la luna
en el rociado Espacio,
y la Brisa es dulce como el beso de una Dama.

(Daniel Henry Deniehy)

Y si una noche es mágica, esa es la noche veneciana.

Placer para los sentidos

La música es uno de los mayores placeres para los sentidos. Y no solo para el oído, es una delicia por las sensaciones que te puede producir si se tiene algo de sensibilidad.

Por supuesto que escucharla en directo, disfrutar con la habilidad de los intérpretes y transportarse con lo que los sonidos te evocan, es una maravilla de experimentar.

Un ejemplo: deleitarse con dos músicos del este, al caer la tarde en una preciosa plaza en Salzburgo, la capital de la música de occidente, mientras te transportas hasta Argentina al oir una pieza de Piazzolla. 

No tiene precio.

Vuelta al cole

Esta mañana comienza el curso que nos marca la vida a todos, a los pequeños y jóvenes en edad lectiva, a sus educadores y a su padres o responsables. Pero no solo a ellos. El ritmo de la ciudad cambia y se mueve al son de los colegios.

Mañana empezará la rutina del largo invierno por delante (aunque por aquí es un poco exagerado llamarlo invierno). Comienza también un nuevo reto educativo en las aulas. Con cientos de nuevos alumnos que derramarán sus primeras lágrimas en la banca y gritarán que quieren estar con mamá. Cuestión de tiempo  para la adaptación, de todos, mayores y pequeños. 

Al final del túnel

Siempre se habla de la luz al final del túnel, aunque puede resultar bello incluso el túnel. Eso si, si lo que te aguarda es un encantador restaurante con una comida deliciosa no es cuestión de dudar nunca el adentrarse en la oscuridad.

Con vistas al valle

No es peligroso vivir, aparentemente en el aire, si contamos con el apoyo de fuertes y resistentes pilares que nos hacen mantenernos sin caer durante generaciones. Y si, desde las alturas el panorama que se nos presenta es privilegiado, la elección es más acertada aun.
Yo tengo la suerte de flotar cada día en apariencia, pero me sostengo sobre un pilar que, aunque parece débil, me soporta con firmeza. Y digo "soporta" en todas sus acepciones.